Fresia

Fresia nació un día de mayo de algún año que no interesa. Fue llamada así porque era la flor favorita de sus padres y aunque en esos momentos tal nombre no se encontraba habilitado en la lista de los permitidos por el ayuntamiento, el padre de Fresia dijo que no se iría de allí hasta que su hija llevase tal nombre, y lo dijo con una voz tan decidida y grave que nadie se atrevió a contradecirlo. Será que era un día en que la empleada pública estaba de buen humor porque su novio le había hecho el amor la víspera, será porque todo en ese día de mayo parecía ser perfecto para dicha empleada porque recibió un aumento de sueldo y encontró su documento de identidad perdido una semana atrás, cuestión que el hombre se salió con la suya y la niña fue inscripta en la vida con el nombre de Fresia. Tal como las flores, ella era colorida, de aroma sutil, alegre. Era muy raro que viera el costado amargo de la vida, ya que siempre se veía contenta, no frenéticamente contenta sino relajada...