Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como fantasmas

L’Homme-Rivière (crónicas de Québec)

Imagen
Ella iba sola caminando por las calles del viejo Québec en dirección al conservatorio de música, cuando sorpresivamente prestó más atención de la acostumbrada a la escultura del hombre del río, un cuerpo de hierro que emergía a mitad de calle como si uno fuese a entrar a una casa y se topara con una presencia inmutable que no lo deja a uno entrar.  Tantas veces había pasado apurada por la calle Félix-Antoine Savard, aunque salvo la felicidad de recorrer ese lugar tan querido, no había experimentado esto que le pasaba ahora: sentir que el hombre del río quería decirle algo y que el habla le estaba vedada o restringida; claro, siendo una escultura, cómo podría sacar su voz hacia afuera, cómo haría este hombre del río para transmitirle un mensaje de antaño, pero qué digo... siendo una obra de arte, un objeto bello pero objeto al fin, ¿cómo iba a emitir palabra?  Ya me siento una loca al contarlo. Ella se atrevió y le preguntó al hombre de hierro: - Est-ce que vous pouvez...

Pigmalión y la puta de turno

Imagen
Rosa, vestida de novia, con su piel cetrina y fría, con su flacura exacerbada por la falta de alimento y líquido, recién salida de la morgue, se presentó en la iglesia en donde supuestamente tenía que casarse ella con Edgardo... ella y no la otra, la que ahora estaba al lado de su amado novio a punto de dar el "Sí". Rosa llevaba puesto un vestido hecho por ella misma, con sus propias manos cargadas de amor por ese hombre que ahora se casaba con una mujer totalmente distinta a ella.  El vestido de Rosa tenía bordados, puntillas, detalles personales; era sencillo y sofisticado a la vez. Cada costura había sido dada pensando en la emoción que Edgardo le producía cuando hablaba, cuando comían juntos, cuando hacían el amor. Edgardo, su sueño hecho realidad. La nueva mujer del ut supra mencionado era una rubia teñida más, una mina común y corriente que hablaba de temas triviales, sin sustancia al igual que ella. Se planchaba el pelo, usaba las uñas esculpidas, se maquillab...

La estatua

Imagen
Siempre había sentido escalofríos al pasar delante de la estatua situada en el foyer del Teatro Colón; no era algo que pudiera razonar, mucho menos explicar, pero una morbosidad personal me llevaba a pararme delante de ella y mirarla cuando a la vez, quería salir corriendo de allí.  Al pasar por delante de esta estatua y no de otras, un vientecito frío me corría por el cuello, por la oreja izquierda, luego por la pantorrilla y el brazo.  Nuestro primer encuentro fue cuando era chica y me le quedé mirando mientras mi padre hablaba con un amigo en las escaleras que llevan a platea. Sentí que no era sólo mármol, que había una presencia ahí. No le dije nada a nadie y me alejé hacia el ángulo opuesto para observar la estatua de Margarita, en donde no tuve estas sensaciones. Miles de veces pasé delante de esta escultura tan perfecta, tan dotada de armonía, proporción y belleza, dueña de un dinamismo que hace parecer que la dama se desliza, adquiere movimiento, existe, aún cua...

El amanecer de Chiara

Imagen
Chiara tenía miedo de ir a dormir por las pesadillas que la acosaban sin tregua desde que tenía memoria.  Cuando el irse a la cama era el placer de casi todos, para ella significaba meterse voluntariamente en una trampa mortal puesta por un cazador de mirada punzante y mentalidad fría. Así lo intentó todo, desde probar infusiones orientales de sabor sospechoso que a otra gente surtían efecto, hasta hacer ejercicios de control mental, yoga, y relajación y también dejar de cenar para no tener el estómago lleno a la hora de acostarse.  Las pesadillas seguían su curso y parecían ser inmunes a cualquier tipo de modificación en las rutinas de Chiara. Era dormirse y caer en un pozo oscuro en donde los rostros perdían su lozanía para adquirir una tonalidad entre tiza y azufre y un hedor metálico. Allí estaban todas las situaciones que en la vida real no quería ver, las que negaba. El problema la llevó a aislarse. No fue de inmediato, sino que sucedió paulatinamente. Como dormía...