Venancia

Si un solo adjetivo tuviera que describir a Venancia, yo diría que era hiperrealista, mucho más que realista, pasada ya de realismo, tan fuera de toda negación de la realidad, que hasta cometía el pecado de ir sufriendo por adelantado, antes de que las cosas tristes sucedieran. Venancia era naturalmente fina; no existía en ella el más mínimo atisbo de rusticidad. Le venía en sí. Esa característica le daba un toque de lejanía, la hacía aparecer ante los demás como inasible, aunque hubiera bastado con leer su mirada para saber cuán fácil era acercarse a ella. Había pasado tantas situaciones perturbadoras desde la infancia, que sin querer, esa inicial cuota de esperanza y optimismo que existe al comienzo de la vida, se le había escurrido por entre los dedos hasta convertirla en una mujer que ya no esperaba nada de nadie ni de la vida. Por lo menos, no se engañaba a sí misma, e intentaba ser lo más veraz posible con los otros, lo cual no siempre era bien recibido, y ella lo sabí...