La Navidad de Ramira

Ramira llegó a odiar la Navidad porque cada vez que ésta se acercaba, la gente más hipócrita y menos sensible que conocía, se ponía tonta y sentimental cuando el resto del año podía maldecir al prójimo sin culpa. De por sí bastante histérica, pasaba esa corta temporada de diciembre como si fuera un cuento de terror, esquivando a la gente que la rozaba con bolsas llenas de regalos y adornos para el arbolito. Y será que es cuando uno desea evitar algo, que ese algo lo sigue a uno indefectiblemente, que cada vez que Ramira encendía la televisión o iba a un centro de compras, se cruzaba con la roja imagen barbuda y panzona que emitía un siniestro ho ho ho. De inmediato y por su natural y algo exacerbado sentido de la compasión, Ramira recordaba que el pobre hombre que hacía de Papá Noel pasaba un calor terrible debajo del disfraz, por unos pocos pesos durante largas horas. Eso hacía que no odiara tanto al personaje en sí, como a sus seguidores y fomentadores de tal vicio m...