Mia


Mia despertó. Se sentó en la cama con dificultad. Tenía la nariz tapada, le picaban los ojos, le dolía la cabeza y sentía un calor abrumador. Últimamente no dormía bien, tal vez porque tenía que resolver ciertas cuestiones, tomar ciertas decisiones que iban dilatándose en el tiempo mucho más de lo imaginado, y mientras tanto, sus sueños variados oscilaban entre la más hilarante y ridícula situación, y la pesadilla más aterradora sin efectos especiales, pero con muchos elementos naturales, reales, tangibles, que podrían volver loco al más cuerdo.
En su vida onírica se gestaban todas las historias de ficción que Mia escribía posteriormente, lo cual era una ventaja, una muy grande, aunque también dormida era cuando emergían las pistas clave acerca de todo lo referente a su vida fuera de la ficción. Y a veces uno no quiere ver las cosas tal cual son.
Mia no necesitaba pedir consejos a otros porque los solos efectos del sueño, le brindaban toda respuesta; entonces, sólo se trataba de dormir, ayer, ahora y siempre, y dejarse caer en el letargo que la condujera por ese túnel lleno de imágenes veloces que cada vez se tornan más lentas y claras y van convirtiéndose en escenas completas que adquieren sentido, al menos en la vida de ella, de Mia.
Veía, olía, escuchaba, sentía texturas, dolor, placer; existía en dos dimensiones paralelas y complementarias; una que revelaba la posible solución a todos los interrogantes que la otra vida generaba. Acaso fuera que la vida en sueño era más extrema, entre la agonía y el éxtasis, menos sutil y sobre todo... inevitable. Eso era lo más tremendo, porque fuera lo que fuera que pasara en la vigilia, la respuesta estaría incólume esperando a que la protagonista de esta dualidad cayera rendida de sueño en donde fuera.
En su vida despierta, Mia podía tomar decisiones. En la otra... no era dueña de nada.



Comentarios

Jerónimo ha dicho que…
Qué extranio esto de poder acordarse de todos los suenios y luego crear obras literarias con los mismos. No sé si Mía podía tomar realmente decisiones en su vida despierta, si su vida giraba alrededor de lo que se le apareció en la mente,cuando estaba dormida. No es que "dormida era cuando emergían las pistas clave acerca de todo lo referente a su vida fuera de la ficción?. Es un cuento algo aterrador, pero me gustó la trama.
Besos
Jerónimo
Raquel Barbieri ha dicho que…
Jerome,

La verdad es que Mia posee esa ventaja de soñar todo lo que escribirá a posteriori, pero esa misma ventaja es también su peor enemiga porque ella no descansa... todo es como un círculo vicioso.
Vamos a ver qué se me ocurre para la próxima...

un beso y gracias :)
Gi ha dicho que…
Lo ideal sería invertir eso, no? Al menos ser dueñas de las decisiones, o de las elecciones que tomamos
Beso
Beatriz ha dicho que…
Me ha encantado. Siempre me atrapan las historias relacionadas con los sueños.
Ese devenir entre la real y lo onírico en la vida de Mía, es creativo y agotador. Pero tener sensaciones en dos dimensiones puede llegar a ser fascinante-

Voy a colgar un post que está en ese proceso de lucha (literaria) entre aquello que en un principio uno imagina y que luego los personajes se adueñan del texto y los finales son incontrolables
También va de sueños.
Un beso bonita-
Makiavelo ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Makiavelo ha dicho que…
Hay muchas Mia, soñando, girando, soplando, relatando, juzgando. Espero ansioso sentencias de Mia.

Besos.
Isabel chiara ha dicho que…
También lo vi aterrador, y peligroso. A veces uno llega a confundir sueño, fantasía con realidad. Sin embargo, una vida a dos bandas siempre me parece más interesante que a una sola. Y menos aburrida.

Te pasé mail, depre total.

Un besito.
Raquel Barbieri ha dicho que…
Maki,

Mia está cambiando la piel...

Besos :)

...

Isabella,

Coincido, aunque a veces se sueñan muchas pesadillas. De todos modos, la gracia está en que ambas vidas se complementen.

Leí tu mail.
Te debo mail; soy la peor...

Besito :)

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