Bagayo



De tanto llamarla "Bagayo", se creyó un ser abominable y no merecedor de nada bueno; entonces compró por Internet una máscara del Carnaval de Venecia y decidió vivir tras los muros, sordo ruido. Y sucedió que le tomó el gusto al hecho de vivir detrás de una pantalla, protegida por su coraza sofisticada y enriquecida con encajes italianos y perlas que cubrían también su cabeza y la dejaban totalmente cubierta. 
Sólo los ojos se veían tristes detrás de los huecos de su chapa y pintura. 


Quienes la conocían, de todos modos siguieron llamándola Bagayo, y los que la veían por primera vez, la llamaron La loca de la máscara, como era de prever.
No, no hay manera de salir indemne de este mundo ulcerado por la maldad. No existe escapatoria para las bestias ni para las bellas...



Comentarios

Jerónimo ha dicho que…
Tu Bagayo me recuerda la película protagozizada por Jim Carrey, quien al ponerse una máscara verde mágica se transformó en un ser omnipotente. En un monmento dado a su perrito se le pega la máscara y se vuelve en un animal feroz con dientes afildos que parecen de un tyrannosaurus rex. Quizás sin embargo la máscara del carnaval de Venecia también transformó a Bagayo y le dio más seguridad en sí mismo, aunque los demás lo sigan viendo como a un ser despreciable.
Besos
Jerónimo
Raquel Barbieri ha dicho que…
Jerôme!

Sei ritornato in patria, come l'Ulise!

No vi la película que me nombrás, pero te aseguro que a Bagayo, la chica de esta historia, la máscara había comenzado a darle confianza en sí misma, hasta que vio que de todos modos seguían tratándola mal.

C'est un cercle vicieux...

Besos :)

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