Simonetta

Porque la vida se trata de negociar, parece ser, porque los cuentos de hadas tejidos en la imaginación de Simonetta, la dulce y tosca muchacha condenada a elegir entre dos opciones desagradables... esos cuentos de hadas parecen haber sido escritos para otras y no para ella.
Erik, el hábil observador de la necesidad ajena, el prestamista despiadado, el carnicero de sueños de Simonettas cargadas de esperanzas que no llegan a completarse en una realidad concreta.
Y sí, entre ver al padre emitiendo esos sonidos taladrantes que la hacen sentir culpable por ser joven y sana... y tener que soportar el aliento del asqueroso sobre su cuerpo, es preferible tolerar al cerdo prestamista y que un padre, su padre tenga los remedios que detendrán o al menos mermarán la tortura. La otra opción sería matar al padre por compasión y evitarle más martirio. No es viable, al menos no para ella. Mandar a dormir desdeñando los designios del Altísimo al pobre desgraciado que se deslomó por darle algo, no, eso no es ni posible de imaginar, aunque ella lo imagina y no puede evitarlo. Está bien, firmaré, pero deje de mirarme así, por favor... al menos no me mire de ese modo tan obceno... quiero gritar, salir corriendo, morir, y no me está permitido todavía.
nota: cuento inspirado en el cuadro La propuesta, de Judit Leyster.
Comentarios
Qué dilema!
Jerónimo
Un besote
Y la opción matar al depravado? Se podía?
Sí, exacto, en el Smithsonian. Me gustan los cuadros de Leyster porque hace un tratamiento del claroscuro y de las tramas de las telas admirable. Estuve ampliando las imágenes hasta el 500 % y es fascinante su técnica.
Me inspiró varias historias de ficción.
Vamos a Simonetta:
1) Simonetta no puede esperar porque el padre grita del dolor: O le dan los remedios ya o lo callan para siempre por piedad.
2) ¿El esperar garantiza acaso que podrá casarse con el hombre de sus sueños? ¿Y si ese hombre ya está casado? ¿Y si no está casado pero no vive en su ciudad?
3) El padre... no sabemos si quiere retenerla. Esto es un conflicto de ella con su conciencia.
Es un dilema... yes.
...
Isabella,
Siempre tuve rabia de los hombres que se aprovechan de las desvalidas, de las desesperadas, las discapacitadas mentales y toda esa vaina tan densa, y me imagino que no sería tan fácil escapar para Simonetta teniendo al enfermo lisiado en la casa sin poder trasladarlo con ella.
Besotes :)
...
Gi,
La opción de matar al depravado existe siempre, pero hay que poder acceder al dinero del lascivo antes, para no matar a la gallina de los huevos de oro.
En realidad, todas las opciones aquí son malas porque es una situación pésima.
:(
Anduvimos pisándonos los talones (por las horas).
Yo también siento pena por las Simonettas del mundo, obligadas a elegir entre todas malas opciones.
Es verdad que al elegir algo o a alguien siempre se pierde a otro algo y a otro alguien, pero el elegir entre sucumbir a un asqueroso, matar a un padre bueno, matar al malo, salir corriendo sin remordimientos o suicidarse... no tiene partes buenas.
un beso y gracias :)