Luisa




Luisa logró un asiento en el sesenta y dio gracias al cielo. Era muy raro que a la altura en donde ella subía, alguien se levantara y se bajara. Por suerte, ese día; mejor dicho, esa tarde, el hecho extraño sucedió y ella se adueñó de un asiento en buen estado y con formita tentadora, en donde apoyar sus nalgas sería algo así como meterse a un jacuzzi lleno de espuma de almendra, coco y miel. Con esa disposición hacia el placer, Luisa se sentaría de a poquito para poder disfrutar de la situación como si se tratara de un chocolate delicioso pero muy pequeño, al que uno quiere saborear y no tragárselo de una.
Primero, se inclinó sobre el asiento para mirarlo de cerca y ver con cierto placer morboso que éste estaba realmente vacío y todavía con la forma hendida que había dejado el soberano culo de la mujer que se había bajado. Qué maravilla… ¿Para qué querría esa tipa dejar algo así? ¿Cómo se le ocurrió bajar siendo que estaba sentada en el 60? Luisa pensó que sólo una loca podría desechar un asiento en el 60, pero gracias a la supuesta loca, ella había conseguido su tesoro más preciado y nunca antes conseguido. Así que se inclinó un poco más, se alejó para mirar su asiento en perspectiva antes de llevar a cabo la acción, y cuando ya estaba por sentarse, una mujer gruesa la empujó y se ubicó en el preciado trono, dejando a Luisa a un costado, golpeada y parada.

Luisa siempre se perdía de todo… porque esperaba demasiado para actuar.

Comentarios

Beatriz ha dicho que…
¡Hay amiga¡ cuántas veces hemos esperado una oportunidad y cuando la tenemos al alcance de nuestras manos la dejamos escapar. Por decidia, cobardía, o a lo mejor simplemete por que no estamos preparados para aprovecharla.

"El buey lento, siempre bebe el agua turbia" decía un refrán que solía usar muy seguido mi abuela.
Una mujer decidida,con coraje para las embestidas de la vida, audaz para no dejar escapar el tren de las oportunidades aunque no fuera el que ella esperaba. Sumaba experiencias en lugar de restarlas.
De ellas se aprende. Siempre


Un abrazo y me da para reflexionar mucho leyéndote.
Jeronimo ha dicho que…
Creo que asemejar un asiento en el 60 con un jacuzzi lleno de espuma de almendra, coco y miel es algo exagerado, pero como metafora me parece muy buena. Pobre Luisa, su vida debe ser un compendio de indecisiones, muchas cosas que estarian a su alcance, se le escapan, porque cavila hasta que ya no estan disponibles. Cuanta gente obra de esta manera, las chamces que se les presentan en la vida pasan de largo por no tener el coraje de tomarlas en tiempo. Y luego ya es tarde.
Besos
Jeronimo
Aronson ha dicho que…
"Soberano culo" es una combinación perfecta. Creo que culo no debe tener un calificativo mejor que el de "soberano".
Raquel Barbieri ha dicho que…
Beatriz,

Tal cual... a veces, esperando la circunstancia perfecta, dejamos pasar el momento.
Me encantó la frase del buey lento que dijiste... es tan gráfica. En fin, ojalá uno siempre supiera cómo actuar en cada momento para no beber el agua turbia.

Te mando un beso y gracias :)

...

Jero,

La pobre Luisa viaja todos los santos días en colectivo y parada... ¿Un asiento vacío no es un poco como maná caído del cielo para el que nunca se sienta?

Es como decís... por falta de coraje es que a veces uno no actúa, y hay trenes que sólo pasan una vez.

Besos y gracias :)

...

Gi,

Ay, gracias... la verdad es que la usurpadora de asientos tenía que ser poseedora de un "soberano culo" deseoso de posar las asentaderas.

Beso :)

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