Hija de la luna



La Luna, bella y mágica, creadora de una realidad deformada. Nada es exactamente lo que parece bajo su influjo. Así pensaba ella y sólo podía amarlo bajo la luz lunar porque cuando se camina bajo la luna, es fácil imaginarse rodeado de toda clase de fantasmas, y él era algo espectral, un generador de energía vital sexual que más que pasión se convertía en un grito de la selva, una pulsión adictiva, una necesidad como el mero respirar; él, con sus ojos profundos y sus rasgos bien marcados que ella adoraba, siempre y cuando la noche se cerniera sobre ellos, sólo la luna lo iluminara y ella se fugara antes del amanecer para no verlo tal cual era…


Tomé la foto con mi teléfono en Villa Gesell

Comentarios

Jerónimo ha dicho que…
Una foto de la luna con su reflejo sobre el mar, surgiendo de las nubes, una ilustración tan romántica como la historia de la mujer Luna fogosa, apasionada y misteriosa. El amante nocturno será real o sólo existe en la imaginación de ella?
Beso
Jerónimo
Raquel Barbieri ha dicho que…
Precisamente ésa pregunta que hiciste es la que dejo abierta.

Yo creo que el amante existe, pero que a ella sólo le gusta cómo es él bajo esa iluminación y lugar, no fuera de ese contexto, por eso huye antes del alba.

Beso

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