Jimena
Jimena tiene un nombre formidable, generoso, femenino, lleno de gracia. Es nombre de mujer feliz y no demasiado complicada en los niveles de complicación en que otras nos hallamos inmersas fuera de nuestra voluntad. Así avanza ella con su nombre de turrón y confituras finas, Doña Jimena, manjar de las bocas más pretensiosas.
En una de sus andanzas, ella se cruza con David y ambos se enamoran perdidamente y sin remedio, pero ella está "casada con" o fue "cazada por" Iván, un hombre amable, lejano a la maldad y también distante de la pasión encendida.
Jimena se ve reflejada en los ojos de David y comprende todo en un instante: Existe el alma gemela, y ahí está, frente a ella, frente a su blusa vaporosa que no permite disimular los latidos de ese corazón lleno de emoción. David le sonríe; ha visto por un movimiento de la mano de ella, el anillo de matrimonio y sabe que a menos que el mundo vuelva a ser creado, estas historias de caminos bifurcados, se repetirán eternamente o al menos, si no eternamente, mientras el planeta aguante y queden mínimamente más de dos seres humanos en él.
Jimena, con su nombre de turrones acaramelados y sus ojos de miel, acaricia el rostro perfecto de David, aunque no con sus dedos temblorosos sino con el pensamiento. Otro tanto hace él y quedan cautivados por minutos que parecen haberse salido del reloj.
Él piensa con intensidad y ella interpreta el mensaje. Se besan largamente hasta perder noción absoluta de todo, y en algún punto de ese beso mágico, se produce el hechizo que hará que todo vuelva a ser más fácil para ella hasta que se le cruzó David: Él quedará convertido en estatua marmórea, y así Jimena podrá verlo, admirarlo, escribirle poemas, dedicarle canciones, poner una flor en su pedestal... y hasta tocarlo, sin sentirse pecadora...
Comentarios
Saludos respetuosos...
Ana
Bienvenida y gracias por lo de las tres joyitas. Pasá cuando quieras.
Cariños :)
Besos :)
Glen
Besos :)
Jerónimo
El pecado es dejar pasar al alma gemela de largo.
Y para mí, amar no es pecado. Como dijiste, de todos modos David está en la mente de Jimena.
Fijate que los ojos de la estatua del David se ven desasosegados, como si un verdadero hombre estuviera atrapado en el mármol.
Gracias :)