Donata
Donata vivía en la calle del amor e ingenuamente creía que quienes allí habitaban no podrían escapar al destino inexorable de ser amados perdidamente, en las buenas y en las malas.
Pobre Donata con sus pensamientos, aunque gracias a ellos, al menos sostuvo su llama interna hasta el día en que mirando el horizonte, respiró por última vez y murió.
Ella siempre estuvo segura de que sería amada y por eso, no dejó de tener esperanzas, y esas esperanzas la sostuvieron hasta esa tarde en que se dio por vencida.
Comentarios
Besos
Jerónimo
Me alegra que hayas entrado a visitar este lugar. Me tomé unas vacaciones de escritura on line pero ya estoy de vuelta.
Te agradezco la lealtad.
A mí también me da pena Donata y lamentablemente, hay muchas personas que merecerían ser queridas y cuidadas y eso no les ocurre.
En fin, una historia más.
Besos :)