Raquel


Mirando intensamente la velita violeta con brillantina plateada, instantes después de haberse apagado la luz para acometer tal instancia, y concentrada en el fulgor de la llama, Raquel pidió sus tres deseos, que no fueron en realidad tres, sino el mismo solicitado de tres maneras diferentes, esperando que Dios, Zeus, San Gennaro o el Cosmos se lo concedieran, y sosteniendo la decisión de difamar a cada uno de ellos por embustero, en caso de no obtener respuesta alguna.

Comentarios

Jerónimo ha dicho que…
Esta historia corta parece de una autobiografía, lleva tu nombre y contaste las vela de tu torta de cumpleaños. Se cumplirá un deseo antes, si se lo pide tres veces, en lugar de tres deseos una vez? Esperemos que San Gennaro te responda, no sé si Dios o Zeus/Jupiter tiene esta costumbre.
Muy lindas las mariposas en la foto de una ventana, estarán pintadas allí?
Te envío un Beso
Jerónimo
Raquel Barbieri ha dicho que…
Jerónimo,

Sí, la velita violeta fue la de mi torta y al pedir el mismo deseo tres veces, aumento la posibilidad de que se cumpla.
Por el momento, no contemplo la posibilidad de que no se cumpla, porque soy optimista, aún bajo las circunstancias más chotas.

Me alegra que te guste la foto. La tomé el día que fui a la radio y es de un restaurant que tiene una vereda de colores y esas mariposas como de cartulina plastificada... me pareció que era justo para mí.

Beso :)

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