Los entuertos de Eustaquia
Eustaquia no sabe en dónde está parada, si es que está parada, porque hasta de eso mismo duda. Quizás esté acostada e imagine todo lo demás.
Se siente desubicada con ese nombre que la marca cuando va a los conciertos de rock que le fascinan, ataviada con su indumentaria negra que provoca, dejando los hombros desnudos gracias a unos tajos hechos adrede a una remera semiajustada que le marca el busto de manera casi insultante y excitante.
Y ella va, con sus ojos delineados con lápiz negro y cargados de rimmel XXL que le hace el efecto de cortina más que de pestañas pobladas, y se abre paso con ese nombre que pega más con una monja de clausura del siglo XIX que con una mujer que rasga sus prendas para insinuar una sexualidad existente.
Ella mira con ojos de gata amenazante, se pone a la defensiva y usa esa postura corporal que tienen los desconfiados, y con la mirada taladrante dice sin decir:
- Ni se te ocurra burlarte de mi nombre porque te castro acá mismo.
Y avanza Eustaquia dudando de sí misma al menos una vez por día desde que tiene uso de razón.
Lava su pelo suave todos los días y se perfuma de pies a cabeza. Habla sola. No sé si es buena persona o si es una loca inimputable. Hace malas elecciones. Abandona y hiere a la gente que le hace bien, cambiándola por compañías transitorias de baja calidad, quasi de morondanga.
El nombre maldito que lleva desde la cuna suena a país de Europa del este y quizás por esos lares no llame la atención. Habría que poder emigrar siempre hacia la felicidad y encontrarse con las almas gemelas, no en un estilo pueril hollywoodense, aunque sí de modo indefectible y certero.
Y el tema de la emigración se hizo carne en la mente de Eustaquia. Se iría a Eslovaquia y punto. Allí sabrían leer su nombre y después de aprender eslovaco, podría acceder a un trabajo interesante, quizás de vendedora en una tienda. Luego se casaría con un eslovaco de mirada inocente y tendría eslovaquitos con flequillo.
Pero Eustaquia piensa un rato más y ve que el eslovaco no es un idioma fácil, ni el invierno allí lo ideal. Mejor lo deja para más tarde. Ahora se prepara para ir al recital de un amigo que toca en una banda de rock cuyo nombre es algo de cucarachas cocainómanas. Después se resolverá el futuro. Ahora hay que pintarse los ojos con mucho negror para causar miedo en el oponente y que cualquiera que quiera reírse de su nombre, salga volando por una ventana.
Será hasta que se encuentre y renazca, hasta que desee ser parte del todo que la circunda y así, una vez que ella haga las paces consigo misma, podrá amar a otro.
Comentarios
Es tan difícil a veces encontrarse a uno mismo. Es tan dificil asumir ese estado de extranjeridad, aunque sólo sea por el sonido de un mombre que suena a otro lugar.
Me ha encantado y me identifico con Eutaquia-
Un abrazo y a punto estoy de cruzar el Atlántico para que me acune "mi lugar"
En este caso, el nombre la desubica como una brújula golpeada que ha perdido el norte, pero en otros casos, uno puede no encontrarse, no identificarse y no saber cómo salir de ese estado de stand-by.
En fin, amiga... te mando besos transatlánticos y te agradezco tu interpretación del relato.
Falta poco para tu llegada a estos pagos... preparate para el calor descomunal.
No necesita irse a ningún lado, alguien tiene que decírselo.
Beso, Rachel!
Feliz Año Nuevo!
Jerónimo
Eustaquia se busca y aunque alguien le diga que no debe irse a ningún lado, hasta que ella no se dé cuenta por sí sola, creo que va a seguir a la defensiva e inventando estrategias extravagantes.
Confiemos en que experimente su metamorfosis.
Besito :)
...
Jerónimo,
Erato me suena a sello discográfico de música clásica, especialmente ópera. Euterpe, me suena a herpes o a una enfermedad venérea.
Elektra y Euridice acarrean karma, sopratutto la primera con su obsesión por Agamenón.
Edurne me hace pensar en embadurne, algo embadurnado con alguna sustancia pegajosa... y Encarnación me parece un espanto (ya lo usaré).
Eustaquia es un símbolo de la persona que navega entre dos aguas porque no se halla en el espacio y el tiempo que le tocan vivir.
Hay que darle tiempo.
La marca Bebestaq vendería... mmm
Feliz año nuevo para vos también :)
¡¡Feliz año 2011!!
Un abrazo.
Yo también te deseo un próspero 2011.