Mala


Ella era mala en el sentido más literal de la palabra, en ese sentido sórdido y profundo en el que podemos llegar a sentir desde una atracción animal hasta incomodidad física estando a su lado, porque la maldad le brotaba por los poros de todo el cuerpo y se sentía como una corriente de energía eléctrica a la vez helada sin siquiera rozarla.
Sus ojos de mala taladraban al otro haciéndole doler la cabeza sólo con mirarlo fijo, y ese otro no sabía que era ella con sus pensamientos sucios quien contaminaba el ambiente. Sí, mala como la peste, bella como una rosa, pero sin aroma a flor, con un hedor entre azufre y metal corroído, una mezcla fría y áspera como su carácter, así era la desgraciada.
Mala desde la cuna, la mala de la película... ella, hija de perra, la hija deseada de dos pobres seres que festejaron la llegada de la maldita a este mundo, en medio de una carcajada de felicidad explosiva, bombones de chocolate y ramitos de jazmín, pensando que traían un ángel a este mundo.

Y la mala moró entre los mortales y enredó sus rulos de pelo grueso oscuro, en el cuello de un infeliz al que le absorbió el seso y el alma, pero a él no le mostró la maldad sino hasta que lo tuvo dominado como a un pájaro en su jaula, impotente de tomar decisiones y de pensar por sí mismo. Lo trató como quien tiene un ave cuya jaula se cubre de noche con un trapo opaco y de día permiten que cante, coma y se lave el culo a la vista, en un espacio diminuto y hediondo. Así fue que ella, malparida bajo el disfraz de buena chica sólo ante él y los anteriores con los que se enredó, mostraba una cara encantadora cuando le convenía, y su verdadera personalidad cuando a solas, tramaba la absorción de las ideas de los demás, los sentimientos de quienes la querían, la energía vital ajena... y la venta de su propia alma al diablo, quien le había dado a cambio, entre otras cosas, el castillo de Villa del Parque para que morara eternamente.


Comentarios

Beatriz ha dicho que…
Que ser tan maligno has dibujado en tu relato. Me cuesta pensar que haya gente tan perversa pero que "Haberlos haylos"y no es una frase hecha-
He leído varias leyendas o anécdotas sobre el castillo de Villa del Parque. No sé si será que me voy haciendo mayor pero últimamente sólo creo en lo que veo. Y nunca ví un fantasma. Si conozco muchísimos que se hacen los fantasmas para pasarlo mejor. Yo les llamaría "aprovechadores·

Besitos amiga- te leo aunque dispongo de menos tiempo para dedicarle a estos encuentros virtuales que tantos momentos buenos me han dado. Y aunque no encuentres las señales de mi paso en tus páginas que sepas que las recorro siempre-
Un abrazo-
Raquel Barbieri ha dicho que…
Beatriz,

Sí, la verdad es que es un personaje deplorable, pero me gusta crear todo tipo de mujeres, desde las más puras hasta las más sucias, cuerdas y locas, mediocres y genias.

Te cuento que mi mamá nació a la vuelta del castillo de Villa del Parque, y yo ando por ahí todas las semanas. Yo tampoco creo en fantasmas, sólo en la autosugestión de la gente impresionable, pero cada cual con su sistema de creencias...
Tomé varias fotos del castillo con mi teléfono y me doy cuenta de que mientras más nublado está el día, más nítidos y reales salen los colores.

Te mando un beso y gracias por la visita :)
Jerónimo ha dicho que…
Tu Mala en mi opinión se asemaja más bien a una araña, quien teje su telaraña para atraer a los bichos para luego chuparles la savia hasta que queden exánimes. Es cierto que las arañas son útiles, porque eliminan a muchos insectos dañinos, pero esto no hace más simpático su forma de actuar. Claro, en ellas no hay maldad, es la ley de la naturaleza, pero en tu personaje la hay desde su nacimiento. Encima maloliente, qué horror! Claro que el azufre en sí casi no tiene olor, los productos malolientes son los gases que se generan a partir de este elemento: el dióxido de azufre y en especial el hidruro de azufre, en solución el ácido sulfhídrico. Éste sí que huele mal. Qué tufo! Por las dudas no me acercaré al castillo de Villa del Parque.
Besos
Jerónimo
Raquel Barbieri ha dicho que…
Jero,

Una araña humana... totalmente.

Me dio mucha risa el análisis químico del olor de Mala, pero más allá de mi risa, anoto todo...

(El castillo de Villa del Parque está repleto de misterios).
El único no-misterio está en el subsuelo, donde funciona un Spa al que fuimos una vez con Silvana.

Besos :)

Entradas populares de este blog

Sor Constance

Breve encuentro

Pigmalión y la puta de turno