Gabriella
Gabriella guarda un mechoncito de pelo de Stefan, dentro de un pequeño sobre de celofán, en su relicario. No lo lleva puesto cotidianamente, ni siempre lo mira o lo toca. Está en su estuche, guardado entre papel de seda prístino que conserva ese tesoro tan amado que ella no desea compartir con el mundo.
Cuando tiene que salir a la calle a acometer empresas difíciles, a luchar con el entorno, a hacerse entender, a transitar espacios que no le son amables, Gabriella toma el relicario de Stefan y se lo cuelga del cuello perfumado que no se ha dejado besar por otro desde que él se fue.
Pareciera que la fina pieza con el pelo de su Sansón dentro, le otorga a la portadora poderes especiales, una fuerza descomunal, un soplo de vida extra. Nada la detiene, porque algo de Stefan la acompaña; si no su presencia, al menos algo que él le regaló y que está en contacto con su piel, con la energía de su cuerpo.
Gabriella regresa a su casa, se quita delicadamente el collar, le da un beso que es ya un rito, lo guarda con sumo cuidado y se baña para quitarse la energía de la calle de encima.
Una vez más, Stefan la ha cuidado desde algún lugar en donde se encuentra.
Comentarios
Besos
Jerónimo
Y te voy a dejar con la duda. Quiero que vos imagines, y los demás lectores también, qué es lo que para ustedes sucede con Stefan.
mmmmmm...
Gracias y besos :)