Elizabeth después


La vida de Elizabeth se complicó por un grupo de cartas guardadas celosamente en un cofre bellísimo de madera de boj, taraceado con fragmentos finísimos de marfil y bronce, presumiblemente heredado de María, su madre que había muerto de sífilis.
El hecho de las cartas fue dado a conocer por un cierto Lord que pagado por alguien más, se habría atrevido a revolver las habitaciones de la reina. Posiblemente, habría encontrado tales cartas en Edimburgo, en el cofre que llevaba grabadas las iniciales de ella. Esas cartas contenían datos demasiado comprometedores, además de documentos que incluían el certificado de matrimonio de Elizabeth con el monarca francés, esa unión malograda, realizada y consumada por culpa de aquella imposición de cuando aún ella tomaba de la teta de su madre. 
No permitieron a Elizabeth permanecer junto a sus cartas impregnadas de aroma a flores, madera y recuerdos. Todo sería usado en su contra y ni siquiera tendría acceso a estas pruebas o a hablar en su propia defensa en el tribunal.
Ella rechazó ofrecer una defensa escrita, a menos que le garantizaran un veredicto de no culpable, algo que nadie haría por ella, la ingrata que no había sabido respetar al francófono de la erre enrulada.

Elizabeth había tenido un amante, un verdadero amor lejano a los intereses de la corona y de cuestiones triviales, un amado amante por quien se había arriesgado. Él ya había sido sentenciado y ejecutado. A ella, nada le importaba demasiado después de esa muerte, aunque su hijo la hacía volver a la realidad y ahí sí se aferraba a este mundo. El principito debía llegar al trono y para eso, ella tenía que ser declarada inocente y vivir para asegurarle el lugar.
¿Qué sería de él estando solo, si su rostro evidenciaba que muy lejos de ser hijo del francés, era el calco perfecto del amante ahorcado?

Las cartas del cofre fueron aceptadas por la investigación como genuinas, después de que un estudio de la escritura de las mismas y la información contenida en éstas fueran tomados en cuenta por el tribunal como prueba de la culpabilidad.
La investigación se detuvo y Elizabeth fue confinada a prisión. Sin embargo, algo era más fuerte que toda esa situación del saqueo de sus cartas personales, de sus documentos privados violados a instancias del francés que pretendía comprar amor y del juicio del pueblo.
El algo más fuerte era su libertad interior.




Comentarios

Jerónimo ha dicho que…
Tus historias a menudo son tristes y de finales inciertos. Yo podría sugerir otro final.
Está claro que Elizabeth prefirió el amor de su amante y no la copulación con su marido, el rey francés, gordo, maloliente, borracho, desagradable . También está claro que ella se aferraba a su hijo, cuando ya su amante fue ejecutado, esperando que se la declare inocente y con esto el principito iba a heredar el reino (de Francia?). Pero al final ella fue encontrada culpable y enviada a prisión. Y entonces cuál era el destino del hijo? Me imagino que el rey necesitaba un heredero, consideró que el hijo era de él, el desliz de la madre fue castigado y el joven empezado a ser educado para tomar algún día las riendas de su reino. Quizás hasta le inculcaron que su madre era una ramera a quien no debe respetar. También es posible que el rey se casó otra vez, tuvo un nuevo hijo, desheredó al príncipe, considerándolo bastardo del amante y lo desterró. Pero he aquí: el retoño con la nueva mujer muere en una epidemia de viruela junto a la madre, el ya rey viejo, con gota insoportable y senilidad en progreso tiene que ser confinado y sus consejeros, para evitar una guerra civil, vuelven a llamar al príncipe, quien entretanto terminó en forma brillante la universidad en Oxford y lo coronan rey, olvidándose del paso en falso de la reina. Ella, ya liberada de la prisión será la muy resoetada reina madre y el joven rey será uno de los más notables de su país. El viejo ex-rey muere entre grandes sufrimientos, abnadonado en un castillo lejano del reino.
Besos
Jerónimo
Jerónimo ha dicho que…
Tus historias a menudo son tristes y de finales inciertos. Yo podría sugerir otro final.
Versión 1
Está claro que Elizabeth prefirió el amor de su amante y no la copulación con su marido, el rey francés, gordo, maloliente, borracho, desagradable y decadente. También está claro que ella se aferraba a su hijo, cuando ya su amante fue ejecutado, esperando que se la declare inocente y con esto el principito iba a heredar el reino (de Francia?). Pero al final ella fue encontrada culpable y enviada a prisión. Y entonces cuál era el destino del hijo? Me imagino que el rey necesitaba un heredero, consideró que el hijo era de él, el desliz de la madre fue castigado y el joven empezado a ser educado para tomar algún día las riendas de su reino. Quizás hasta le inculcaron que su madre era una ramera a quien no debe respetar.
Jerónimo ha dicho que…
Versión 2
También es posible que el rey se casó otra vez, tuvo un nuevo hijo, desheredó al príncipe, considerándolo bastardo del amante y lo desterró. Pero he aquí: el retoño con la nueva mujer muere en una epidemia de viruela junto a la madre, el ya rey viejo, con gota insoportable y senilidad en progreso tiene que ser confinado y sus consejeros, para evitar una guerra civil, vuelven a llamar al príncipe, quien entretanto terminó en forma brillante la universidad en Oxford y lo coronan rey, olvidándose del paso en falso de la reina. Ella, ya liberada de la prisión será la muy resoetada reina madre y el joven rey será uno de los más notables de su país. El viejo ex-rey muere entre grandes sufrimientos, abnadonado en un castillo lejano del reino.
Besos
Jerónimo
Raquel Barbieri ha dicho que…
Jerónimo,

Tus comentarios son divertidos y además, son relatos en sí mismos.

Te aviso que elijo la opción 2.

Ahora, pienso:

¿Por qué el monarca francés tiene que ser horripilante? ¿No puede ser un hombre "average" que simplemente ella no supo ni pudo amar? Digo, nomás... hasta es posible que amara a uno medio fulero pero que le calentaba el cuerpo y el alma...
Claro, despierta más el morbo, el pensar que el hombre-espanto se acuesta con la mujer bella...
¿Y si ella no era tan bella ni él un Shrek?
(me dio una risa lo de la gota)

Me encantó que dieras dos posibles finales.

Gracias y besos :)

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