Nadia

¿Por qué no vas a la esquina a ver si llueve en vez de estar mirándome como una estúpida? Rajá de acá o te doy vuelta la cara... ¡¡¡Mocosa del diablo, contá de qué te reís así veo si me río yo también!!! ¿¿¿Te estás riendo de mí???... No, no, te lo juro, no me río de vos, es que me pone nerviosa que me grites así... ¡A la escuela no vas a faltar aunque tengas cuarenta grados de fiebre, mirá, no me saqués de las casillas, desagradecida! De los pelos te voy a arrastrar, desgraciada, quién te creés que sos... ¡Por qué me obligás a pegarte! ¿Por qué? ¡Para qué habrás nacido! Nadie te va a querer, nadie te va a querer. ¡Te vas a la cama sin cenar!, ¡Qué fiesta ni qué fiesta, tenés que ayudar en casa y no me pongas esa cara de pato mojado que me da náusea... Nadie te va a querer, nunca, nadie...


Nadia, un nombre que en esta lengua de sonidos palatales suena parecido a nadie, nadie te va a querer, nadia te va a querer, nadie o nadia, lo mismo da... una NN dentro de su propio núcleo familiar, escondida bajo la pileta del lavadero, dentro de los roperos, alacena y cuartucho de las herramientas para no molestar, para pasar inadvertida, para evitar palizas, para ser realmente nadie, para ser nadia, no Nadia, sino nadia sin mayúscula. Pobre chica, qué cara de desgracia... los niños deberían tener motivos para reír siempre, nadie te va a querer nunca, la pobre, la pobre, la pobre, pobrecita.
Y Nadia decidió luchar cotidianamente contra esos mensajes negativos que la ponían por debajo del culo de la rana, six feet under. Ella empezó a decirse como un mantra sagrado todo lo opuesto de lo que recibía en su hogar psicótico-paranoide, para qué decir neurótico, sería demasiada benevolencia. Neurosis tenemos todos, pero psicosis, no. Nadia nunca fue un nadie sino un alguien, Alguien, ALGUIEN, aunque la hubieran ninguneado.
Una tarde en que ella andaba por el puerto, en pugna con sus pensamientos, cacheteando la memoria de tantos insultos, haciendo rebotar en los charcos lo malo y trayendo los recuerdos de los buenos momentos, sintió un golpe en su pecho, y ante ella pasaron los flashes con las escenas principales de su vida, viendo como en una película a los principales protagonistas del film Nadia espera, los que para bien o para mal, habían influído en su presente; los constructores y los destructores de la estructura de Nadia, y la música... sí, la música y la pintura. Cuánta belleza alrededor, cuántas plantas, con sus flores todas distintas, qué colores y formas, y los animales, qué fascinante universo, cuánto mundo por encima de la pileta de lavar, la alacena, los roperos y el cuartucho de las herramientas... qué hermoso puente sobre el río, y el cielo, qué combinación perfecta... sí, quiero volar, siempre quise volar y ahora puedo porque finalmente me han salido las alas... una mujer al otro lado del puente me mira espantada y me hace señas con los brazos, la pobre debe creer que me he vuelto loca, pero no, ella no sabe que me han salido las alas, cómo se va a soprender cuando me vea planear; saldrá a contarlo y no le creerán... Ahora soy libre y podré visitar el mundo y encontrarme con Él, ver todo, y respirar, y cuando llore de emoción, mis lágrimas regarán los campos y cuando ría, todos los desafortunados reirán conmigo, y cuando cante, los pájaros serán mi coro.
Allá voy, qué increíble.
Allá va Nadiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa



Comentarios

Isabel chiara ha dicho que…
Mira que la Nadia me trajo recuerdos..., nada de maltrato infantil ni esas, pero sí la sensación de ser invisible, del ninguneo. Pero Nadia, lejos de ser nadie se construyó su propio mundo más rico y selecto que el que poblaba las miserias de los otros que alrededor blandían la denuncia. La imaginación es imprescindible para sobrevivir, ya te conté de mi vida paralela, de mis sueños tan reales.

Es precioso eso que dices de los niños. Siempre tendrían que tener una sonrisa de oreja a oreja, vivir su entrada en el mundo con los ojos achinaos de tanta risa.

Jobta es curiosa, no me sale excepto trabajadora taquígrafa.

Un besote
Gi ha dicho que…
uh!
golpea
Jerónimo ha dicho que…
Que espantosa esta relación de Nadia y su madre, que frustrada debe sentirse la madre para que trate a su hija así. No me extrañaría que el marido haya dejado a la señora o quizás vuelev a la noche borracho y la golpea, así que se desquita con su pobre hija desgraciada. Pero por lo menos ella ve la belleza del mundo que la rodea y esto le hace crecer alas con las cuales se puede escapar de su situación aciaga para siempre.
Jerónimo
Raquel Barbieri ha dicho que…
Isabella,

Si no fuera por la imaginación... desde lo más básico hasta lo más complejo, si la imaginación no está, se comienza a ver la realidad de forma muy plana y esa planicie termina aplastándonos a nosotros.

Jobta me remite a Job, el de la Biblia. Entonces, si decimos Jobtá, podría ser "Job está".

Lo de la taquígrafa me ha gustado... si me permites la idea para crear algo...

Un besote pa ti también;)

...

Gi,

Así es.
Beso-s :)

...

Jerónimo,

Mirá vos, yo pensaba en un padre y no en una madre cuando escribí el cuento, y vos asociaste a Nadia con su madre. Es interesante cómo cada cual interpreta distinto una obra. Me doy cuenta porque viste el final optimista, good for you!

un abrazo:)
Makiavelo ha dicho que…
Vuela, vuela, vuela, decía mi amigo antes de incar el diente y perder la calma. Nadia no puede bajar la guardia y perder su autoestima.
Lucha!!!!!

Besos para no volvernos locos.
Raquel Barbieri ha dicho que…
Es así John, hay que luchar y si Nadia es desdeñada y ninguneada, por lo menos tiene que quererse ella misma, que no es poco.

Besos para no volvernos locos.
Sibyla ha dicho que…
Nadie como tú para contar relatos de superación!
Me recordó a la historia del patito feo que se convierte en un cisne bello y esbelto.
Sabes que mi sobrina, la hija de la hermana de mi esposo, se llama Nadia, tiene seis años, y su madre le puso ese nombre en honor a Nadia Comaneci; y es que a mi cuñada le apasiona la gimnasia rítmica.

Besotes voladores:)
Raquel Barbieri ha dicho que…
Sibyla,

Gracias por la primera oración y por pensar en la analogía con el patito feo. Sí, la verdad es que el maltratado y el destratado son como patitos feos; por suerte, a veces hasta se les revierte la situación.

Aclaro que me encanta el nombre Nadia; sólo fue un juego de palabras que necesitaba.
En cuanto a la Comaneci, el otro día la vi en el reality show de Donald Trump en People&Arts.
Yo también la admiraba mucho.

Besos, querida

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